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lunes, 31 de julio de 2017

GRANDES MOMENTOS



Sin dar una explicación, mi hermana Mar cerro la puerta de golpe y marcho.

Todos pensamos que seria una de sus rabietas, de esas que se le pasa en minutos o a lo sumo una hora. Estaba en esa edad, la llaman la edad del pavo, en la que todo son malas caras y gestos y querer tener razón. En fin, parecía un día como otro. Nos quedamos terminando la película. Pasaron horas y no aparecía, algo inusual. Es cuando mi madre comenzó a preocuparse. De repente, mi hermana, entro, sin mediar palabra se fue a su habitación. Mis padres se mantenían en sus "trece" no le dieron importancia y no fueron a consolarla. En parte, o toda, no tenía razón y por tanto ella tenia que darse cuenta que no conduce nada discutir y dar portazos. 
El día paso. La cena fue algo tensa, pocas palabras y gestos de cara rara, pero nadie discutió. Yo intente poner "paz" haciendo bromas o sacando temas, algo que detesto. 

Al irnos a dormir, mi madre me dijo, "tranquilo, mañana será otro día y no recordara la discusión". La creía, claro, es mi madre.

Y así fue, al día siguiente fue un día mas. Nadie recordaba nada, parecía que yo si y por eso calculaba todas las palabras., algo que nadie hizo. 

Al fin, comenzaron las vacaciones.
Todos en casa sin tener que asistir a clase. Si, fue un día estupendo. Nos intentamos planificar las semanas, aunque mi hermana lo tendría difícil por la cantidad de asignaturas pendientes. Mis padres buscaron tareas, de esas que te endosas para que estemos ocupados y no molestarlos, aunque dicen que es para que aprendamos. Total, 3 semanas en campamento y dos semanas de ingles intensivo. Al instante pensé, "quiero que empiecen las clases". Pero sabia que lo hacían por nuestro bien, los padres siempre lo hacen por nuestro bien todo. 

Yo insistí a mis padres, sobretodo a mi madre, que deseaba volver a pasar unos días con la tía en la playa. El año pasado fue genial. Poder nadar en la mar, jugar en la arena y tomar el sol en la piscina. También tenían pistas de tenis y pimpón. Mi madre dijo "este año no creo que vayamos, recuerda que la tía no habla con mama desde hace tiempo". No le conteste, solo le puse la mirada de "POR FIII" esa mirada, que pocas veces no funcionan. Mi madre en el acto dijo "tranquilo, veremos que hacer". 

Cuando menos nos dimos cuenta, el campamento llego a su fin. Fue mucho mejor de lo imaginado, no creía que podría conocer y hacer nuevos amigos, parecían amigos de toda la vida. Al ver de nuevo a  los papas, mi madre me dijo "la tía nos ha invitado a pasar un fin de semana en su apartamento, lo que querías", guiñando un ojo!! . Me fundí en un abrazo y es que los papas, siempre lo logran todo. 

Al llegar al apartamento, algo no me cuadraba. Percibí todo mas pequeño. Mi tía mas pequeña, el piso mas pequeño, la piscina mas pequeña, al igual que el campo de tenis...fue una sensación realmente extraña. 
Me puse nervioso, me gire, allí estaba ella, la mire aliviado. 
Estaba igual de preciosa que el año pasado!!  


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